Escuché un golpe, luego un grito. ¿O fue al revés? En la madrugada los sonidos se confunden. Al rato, la puerta de la alacena se abrió. Anna tenía ojos de haber pasado una mala noche. No lo dijo, pero supe que necesitaba un café. Las últimas semanas habían sido así: ella aparecía por la cocina … Sigue leyendo Una frágil existencia